Nosotros
Estirpe de Tibicenas
Afijo nº 19.821 Real Sociedad Canina de España
Reconocido por la Fédération Cynologique Internationale con el nº 170/2013
Miembro del Club Español del Dogo Canario
En 1985 nuestra familia adquirió el primer perro de presa canario que hemos criado: Nilo. Se trataba de un cachorro leonado de gran temperamento, muy territorial, fuerte y ágil, aunque a decir verdad no cumplía escrupulosamente todos los requisitos que con el tiempo han venido a asentarse como definitorios del presa-dogo canario.
En aquellos momentos aún no sólo no estaba aprobado oficialmente el estándar de la raza, sino que existía una dispersión de criterios que, afortunadamente, con el tiempo ha ido desapareciendo en pos de consolidar definitivamente al Dogo canario, internacionalmente reconocido.
Sin embargo, aquel perro, originario precursor de Estirpe de Tibicenas, nos enseñó dos cosas fundamentales: el amor a la raza y la obligada búsqueda de la excelencia en todos los ejemplares.
Con los años fuimos adquiriendo otros perros, no decidiéndonos a contar con ejemplares destinados a la cría hasta el año 2012, cuando adquirimos a Cacho y Dalia, ambos del afijo de la Isla de los Volcanes. Estos dos perros resultan portadores de una genética impresionante, herederos de importantes campeones y, lo que para nosotros resulta fundamental, se acomodan a la perfección a la línea de cría que quiere comenzar Estirpe de Tibicenas.
A modo de los pequeños Chateau franceses productores de vino, en el 2013 nos desplazamos al prestigioso criadero de D. Felipe LLano (propietario del Mejor perro de Raza española de la RSCE 2012, Campeón del Club español del Dogo canario del año 2012-2013... MCH Panzer -abuelo de uno de nuestros perros-), a fin de seleccionar una perra del afijo de Guadalcan que integrara Estirpe de Tibicenas y con la que iniciamos una cría selectiva de gourmet que venía gestándose desde hacía muchos años. Todo ello con la humildad que debe inspirar a todo aquel que se introduce en el difícil arte de la cria canina, escuchando y aprendiendo los consejos de aquellos más versados que nosotros en estas lides.
El hecho de que Estirpe de Tibicenas no sea un criadero comercial y que para nosotros ésta no sea una actividad con ánimo de lucro, nos permite planificar enormemente el cruce de ejemplares, produciendo muy pocas camadas al año y siempre con la finalidad de obtener destacados individuos representativos de la raza.
Puesto que no somos profesionales de la venta de perros, no necesitamos generar anualmente un alto número de crías para sustentar el negocio, sino que podemos disfrutar del lujo de planificar sólo los cruces que entendemos más adecuados con la única intención de obtener ejemplares de altísima calidad que, acomodándose a nuestra pretendida línea de cría, mejoren la raza generación tras generación.